Erasmus plus: una experiencia de crecimiento personal del alumnado para no perderse
Compartir ideas, hacer amigos, aprender idiomas o enriquecerse compartiendo experiencias en el marco de la ciudadanía europea, son algunas de las ventajas que ofrece el programa Erasmus plus para los alumnos de secundaria. Hemos hablado con seis de ellos para que nos cuenten su versión del programa. Todos coinciden: es una experiencia vital inolvidable .
Erika Cirlan, Lucía García, Ane Torres, Laura Ayala, Liesl y Kurt Aufdemberge son seis alumnos de 3º de ESO del IES Príncipe Felipe que están participando del programa Erasmus plus durante el presente año académico, el curso escolar 2023 / 2024. En el primer trimestre, todos ellos participaron del intercambio con Francia. Estuvieron en la localidad gala de Blanquefort, perteneciente al distrito de Burdeos, donde convivieron con sus respectivas familias de acogida. También acudieron al centro educativo de referencia, el Collège Dupaty, y disfrutaron de algunos de los más destacados monumentos y parajes del entorno. En unos meses, sus compañeros franceses serán recibidos en España.
“Al principio no estaba muy segura de si participar en Erasmus plus o no, por eso de meter luego a un desconocido en mi casa, pero a día de hoy me alegro muchísimo de haberme apuntado”, nos comenta Erika. “Viajar con este programa te sirve para conocer un mundo que no conocías, en este caso Francia, y además amplías tu círculo de amigos en el instituto, porque viajas con gente del Príncipe con la que, quizá, no te habías relacionado antes”, destaca Lucía.
Otra de las alumnas del grupo, Ane, se mostró sorprendida por las reacciones de la gente en Blanquefort, “la gente te mira con curiosidad si hablas español”, dice. Aunque estuvo encantada con la visita por todo el pueblo y su urbanismo medieval. “Me impresionó mucho subirme a su muralla”, comenta.
En el centro, el Collège Dupaty, los alumnos españoles pudieron comprobar algunas diferencias con el IES Príncipe Felipe. Según Laura, “las edades de los niños del centro iban desde nuestro 6º de Primaria hasta 3º de ESO, nuestros compañeros franceses eran los más mayores. Además, tenían comedor escolar y todos comían allí”.
Por la tarde, siempre había tiempo para estar en las casas de acogida. Y allí siempre se daba alguna situación un poco graciosa. “Yo digo mucho `vale´ y en francés se pronuncia así `escoba´, con lo que cuando hablaba en español y decía `vale´ venía la hermana pequeña de la casa con una escoba dispuesta a barrer. Era muy gracioso”, afirma Lies.
“Recomiendo este viaje a todos los alumnos. Es una gran oportunidad de aprender y vivir nuevas experiencias”, destaca Kurt. “A mí no me interesaba para nada Francia ni el francés”, nos cuenta Ane, “solo me apunté por viajar, pero ahora mi percepción ha cambiado y tengo ganas de aprender la lengua y conocer más cosas de Francia”, destaca la alumna.
Conocer para querer. Una prueba más de la importancia de la puesta en marcha de este programa, cofinanciado por el Fondo Social de la UE, y que busca crear, en última instancia, una unión más estable, duradera y bajo los principios democráticos de aquellos ciudadanos que formamos parte de la Unión Europea.
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